SER MUJER
Ser mujer es algo grande, aunque parezca sencillo.
Es serlo todo, para dejar en el camino nuestro corazoncillo.
Ser mujer es darse enteramente, inclusive aun cuando no hay más para dar.
Darse como ser humano, como hija, como hermana, como pareja, esposa y como madre,
teniendo que hacer todos los papeles a la vez.
Es perder tu tiempo para que otros lo tengan,
perder tu tren, para que otros lo cojan,
es cargar con grandes cargas y llevarla a la espalda y no morir en el intento.
Es soñar en plural siempre pensando en los demás y menos en una.
Ser mujer es levantarse con las pesadillas de los más peques,
es preparar con esmero esa sabrosa comida, para la familia,
es sobresalir a pesar de tantas tareas impuestas o legadas por tus ancestros,
es ver la cara distinta de una misma vida siempre a galope.
Ser mujer es pelear contra corriente, no con el viento, ni con el tiempo, sino el machismo,
contra el ultraje a una vida, contra los insultos y desprecios de a diario.
Ser mujer es saber caminar con la cabeza bien alta, aun cuando tu cuerpo ya no resiste,
cuando tu cuerpo y tu alma esta lleno de marcas, de golpes, de heridas,
en tu dignidad, en tu carisma, en tu autoestima, en tu voluntad.
Ser mujer es ser grande y a la vez pequeña.
Grande en coraje y chica en egoísmo.
Ser mujer es llevarte el sufrimiento a la cama
y no poder dormir del dolor de no ser tu, sino otra diferente,
de reconocerte, pero seguir existiendo porque el guión te lo exige.
Ser mujer es quitar esa guitarra y cantar para no llorar
y gritar lo que ya no quieres callar.
Es ahondar en la herida para que se cure de tanto tocarla,
o que reviente de tanta emoción.
Ser mujer es cuidar a los que amas,
es ser ladrona del tiempo, de tu tiempo,
pero disfrutarlo sin más, como te gusta.
Ser mujer es decidir si seguir tus sueños o que otros los sueñen por amor,
renegar de una misma pero dando la cara como la ganadora, con una sonrisa.
Ser mujer es parir, no solo hijos, sino también ideas, creaciones, negocios, familias, ilusiones, proyectos, amores, viajes, para darse cuenta que lo tuyo es de todos,
mientras lo de todos es de cada uno, es de ellos, de quienes te rodean, tus amigas/os.
Ser mujer es una gran responsabilidad.
La responsabilidad de ser mujer y serlo todo.
De ser trabajadora fuera y dentro del hogar,
de ser psicóloga, enfermera, terapeuta, cocinera, maestra, telefonista, ama de casa, madre, amiga, compañera, pareja, esposa, mujer, economista, emprendedora, negociadora,conciliadora, a veces verdugo otras maga, planchadora, equilibrista, logística, matemática, crítica, diseñadora, poeta, humorista, pero pocas veces le toca ser una feliz soñadora realizada.
Entre todas esas tareas se van los años, los hijos crecen, se van a estudiar o se independizan.
Toca fin de semana, diversión, comidas en familia, cumpleaños de los niños, un ratito para cocinar, otro para tus hijos y corriendo a las compras que no llegas para limpiar.
Siempre corriendo, siempre cuidando y ¿quien te cuida a ti?.
Sorpresa, llega el aniversario y tu marido, pareja o compañero,
te trae una planta, o un ramo de flores, una comida especial, claro está,
cuando se acuerda, si es que lo hace.
El día de la madre, los niños te han hecho algo especial en el cole y lo esconden para que no lo veas,
tu corazón salta de alegría, tu pareja te sorprende con el desayuno en la cama, unas tostadas,
un buen zumo y en medio una roja y una tarjeta, que dicen Te quiero tanto como el primer día.
Pero mientras unas reciben eses detalles, otras reciben lo contrario, se despiertan llorando, con el mido en el cuerpo, y se levantan a hurtadillas, para que no te escuche, para evitar discutir, o que te levante la mano, o que no te golpee, te empuje contra la puerta, o te clave sin saberlo una puñalada por la espalda, o unas cuantas, mientras tus hijos en la habitación de al lado, escuchan tus gritos de ayuda, e intentan ayudarte, pero están indefensos y sufren el mismo castigo
Todo esto es una mujer, un cuerpo vivo o muerto, pero una mujer, con un gran coraje,
con un tremendo valor, que vale un imperio y que muy pocos valoran, por qué nunca lo han perdido,
y quizá si lo hiciesen, ¿lo habrían valorado?, ¿les habría importado?
Preguntas que muchas de ellas ya jamás podrán saber, ni contestar, por que lamentablemente, ya no están ni estarán jamás. Por suerte, ya no sufrirán, no llorarán, pero seguirán siendo unas mujeres pese a todo,
pese a la desigualdad, al machismo, al deshonor, a los cobardes, que se sienten fuertes, cuando las más valientes han sido ellas, las más fuertes y lo han demostrado con su vida, con su voz y si silencio.
Todo esto es SER MUJER.
Dedicado en especial a todas esas mujeres que cada semana, mes y año han sido víctimas de género, aunque me atrevería a decir, víctimas de la sociedad, de los gobernantes, que solo ven estas causas una oportunidad para su ascenso, o para su mejoría, pero las mujeres siguen pasando un infierno,
se destrozan familias completas, hijos que se quedan sin madre asesinada a manos de su padre y sin su padre, que cobarde y por falta de valor, se ha quitado la vida para no sufrir la justicia.
Eso sin contar con los padres y hermanos que pierden a un ser querido, sangre de su sangre, irreemplazable, que no hay nadie más que la pueda sustituir.
SER MUJER ES ALGO GRANDE DIFÍCIL DE CAMBIAR.
SUS VIDAS Y SUS CONDICIONES SE PUEDEN MEJORAR PARA BIEN,
EQUIPARARLAS DE RESPUESTAS RÁPIDAS, SEGURAS, PERO LO MÁS IMPORTANTE,
DE RESPETO IGUALITARIO, QUE NO DIFERENCIA A UNA MUJER DE UN HOMBRE, EN SUS RESPONSABILIDADES, PERO TAMBIÉN EN SUS TRABAJOS, EN SUS DERECHOS A SER MADRE, A TENER TIEMPO PARA SUS HIJOS, EN LOS SUELDOS.
Y QUE LOS HOMBRES TAMBIÉN PUEDAN TENER TIEMPO PARA SUS OBLIGACIONES COMO PADRES, NO SOLO CUANDO NACEN SUS HIJOS, SINO EL RESTO DE LA VIDA.
POR QUE MUJER SE ES SIEMPRE, NO SOLO UNA TEMPORADA.
FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.
Aqui os comparto un poema creado para la mujer y la igualdad. Está en gallego, pero tiene traducción al castellano.
Rosa María González Álvarez. 5 de marzo del 2018.
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